Cómo evitar que Windows 11 se congele todo el tiempo

Windows 11 es un sistema operativo muy capaz, pero también es propenso a errores y otros problemas.

Un problema con el que casi todo el mundo se habrá encontrado alguna vez es una pantalla congelada. Sin razón aparente, la pantalla se queda bloqueada y no se actualiza, lo que significa que pierdes todo en lo que estás trabajando.

La mayoría de las veces, si mantienes pulsado el botón de encendido para reiniciar manualmente el dispositivo, éste volverá a funcionar. Si no, reiniciar el dispositivo o restablecer la BIOS suele funcionar.

Pero si el problema se repite, hay una causa subyacente. En este artículo, repasaremos 10 cosas que puedes hacer para solucionar este problema de una vez por todas.

Actualizar Windows 11

Microsoft publica actualizaciones periódicas para Windows 11, por lo que es posible que ya haya solucionado el problema. Incluso si tienes activadas las actualizaciones automáticas, vale la pena comprobar si hay una nueva versión disponible:

1. Ve a ‘Configuración > Actualización de Windows’

2. Haz clic en ‘Buscar actualizaciones’

3. Descarga e instala todo lo que aparezca, aunque no parezca relevante

4. Si no se actualiza automáticamente, reinicia el dispositivo para aplicar los cambios

Actualizar controladores

A veces, un controlador obsoleto puede ser la causa de los problemas de Windows 11. La mayoría de ellos se actualizan en segundo plano, pero también merece la pena comprobarlos manualmente:

1. Ve a Configuración > Windows Update > Opciones avanzadas

2. En ‘Opciones adicionales’, selecciona ‘Actualizaciones opcionales’

3. Haz clic en ‘Actualizaciones de controladores’ para ampliar la lista

4. Marca la casilla junto a las actualizaciones que aparezcan y haz clic en ‘Descargar e instalar’

5. Reinicie el dispositivo si no lo hace automáticamente

Desinstala la última actualización

Aunque una actualización puede solucionar el problema, también puede ser una causa potencial. La buena noticia es que Windows 11 también permite desinstalar actualizaciones recientes y volver a la versión anterior:

1. Ve a Configuración > Windows Update > Historial de actualizaciones

2. Desplázate hasta el final de la página y selecciona la opción ‘Desinstalar actualizaciones’

3. Ahora verás una lista de las actualizaciones que se pueden desinstalar de forma segura. Para ayudarte a decidir cuál es, mira a ver si recuerdas cuándo empezaron a producirse los problemas de congelación. Si la fecha “Instalado el…” de las actualizaciones es similar, haz clic en “Desinstalar” dos veces

Tu dispositivo se reiniciará automáticamente para aplicar estos cambios, pero no perderás ninguno de tus archivos y configuraciones. Si eso no funciona, repite el proceso para cualquier otra actualización relevante.

Más información en nuestro artículo sobre cómo desinstalar y volver a instalar las actualizaciones de Windows 11.

Reduce la resolución de pantalla

Muchos dispositivos portátiles con Windows 11 no tienen suficiente potencia gráfica para emitir a una resolución alta, lo que puede provocar congelaciones. Esto es especialmente cierto si conectas regularmente un portátil a pantallas externas.

Afortunadamente, Microsoft facilita el ajuste a una resolución inferior:

1. Ve a Configuración > Sistema > Pantalla

2. Desplázate hasta el subapartado “Escala y diseño

3. Junto a “Resolución de pantalla”, haz clic en el cuadro desplegable y elige la opción que desees. En el ejemplo siguiente, parece lógico reducirla de 1920 x 1080 a 1280 x 720

4. En la ventana emergente que aparece, haz clic en “Mantener cambios” antes de 15 segundos

5. Si la congelación no cambia, prueba a reducir aún más la resolución

Elimina archivos temporales

Cuando eliminas aplicaciones de un dispositivo Windows 11, ocasionalmente quedan algunos archivos. Son los llamados archivos temporales, que se utilizan para retener datos clave mientras se instala o actualiza la aplicación.

Pero si has eliminado una aplicación y no planeas volver a instalarla, pueden ocupar un espacio valioso y afectar al rendimiento con el tiempo. La buena noticia es que se pueden eliminar de forma segura:

1. Ve a Ajustes > Sistema > Almacenamiento

2. Espera a que calcule el tamaño total de todos los “Archivos temporales” y haz clic en esa sección

3. Sólo se mostrarán los archivos que puedes eliminar de forma segura. Marca la casilla junto a los que quieras eliminar y haz clic en “Eliminar archivos”

4. En la ventana emergente que aparece, haz clic en “Continuar”

Corregir archivos dañados

Los archivos dañados pueden provocar muchos daños en un dispositivo, incluido el bloqueo. Afortunadamente, Windows 11 tiene una herramienta integrada para buscarlos y repararlos automáticamente:

1. En la barra de búsqueda situada junto al menú Inicio, escribe “símbolo del sistema”. La opción correspondiente aparecerá resaltada

2. Haz clic en “Ejecutar como administrador” y luego en “Sí” para confirmar

3. En la ventana que aparece, escriba “SFC /scannow” y pulse Intro

4. Transcurridos unos minutos, el proceso habrá finalizado. Si se descubre algún archivo dañado, se mencionará. De lo contrario, aparecerá un mensaje que dice ‘Windows Resource Protection did not find any integrity violations’

Repara la imagen del sistema

Al igual que los archivos temporales, las imágenes del sistema se utilizan a veces como copia de seguridad por si alguna vez necesitas restaurar algún dato. No se pueden eliminar, pero los archivos que faltan pueden provocar bloqueos si alguna vez se confía en ellos. He aquí cómo repararlo:

1. En la barra de búsqueda situada junto al menú Inicio, escribe “símbolo del sistema”. Aparecerá resaltada la opción correspondiente

2. Haz clic en “Ejecutar como administrador” y luego en “Sí” para confirmar

3. En la ventana que aparece, escribe “DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth” y pulsa Intro

4. Al cabo de unos minutos, verás un mensaje que dice “La operación se ha completado correctamente”

Ejecuta Disk Check

Otro comando a ejecutar es Disk Check, que puede encontrar y solucionar cualquier problema con el disco duro o SSD:

1. En la barra de búsqueda situada junto al menú Inicio, escriba “símbolo del sistema”. Aparecerá la opción correspondiente

2. Haz clic en “Ejecutar como administrador” y, a continuación, en “Sí” para confirmar

3. En la ventana que aparece, escriba “chkdsk F:/f/r” y pulse Intro

4. Si aparece un mensaje indicando que el volumen está en uso, escriba “Y” y vuelva a pulsar Intro

5. Para que se compruebe inmediatamente, reinicia el ordenador. De lo contrario, se comprobará la próxima vez que arranque el dispositivo (a menos que lo cancele en unos segundos)

Este proceso tarda entre unos minutos y unas horas en completarse, dependiendo del volumen total de archivos almacenados en tu dispositivo.

Utiliza la herramienta de reparación de inicio

Si ni siquiera puedes encender tu dispositivo e iniciar sesión sin problemas de congelación, merece la pena ejecutar la herramienta Reparación de inicio:

1. Apaga el ordenador si aún no lo está

2. Enciende el dispositivo, pero pulsa la tecla F11 en cuanto empiece a arrancar

3. En el menú que aparece, desplázate (con el tacto o las teclas de flecha) a Solucionar problemas > Opciones avanzadas > Reparación de inicio

Reinicia tu dispositivo

Esto debería considerarse el último recurso, pero si todo lo demás falla es hora de reiniciar tu ordenador. Antes de proceder, asegúrate de hacer una copia de seguridad de todo para no perderlo. Después, sólo tienes que seguir unos sencillos pasos:

1. Ve a Configuración > Sistema > Recuperación

2. Haz clic en “Restablecer PC”

3. Elige “Conservar mis archivos

4. Elige si quieres reinstalar Windows 11 desde la nube o desde el almacenamiento local (esta última opción es más rápida)

5. Sigue las instrucciones para completar el restablecimiento

Si eso tampoco funciona, vale la pena repetir el proceso pero eligiendo ‘Eliminar todo’ en el paso 3.

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Artículo original publicado en la edición en inglés de TechAdvisor.com.