Es lunes, son más de las 11 de la noche, tengo sueño y el BeReal, ¡AÚN NO HA SALIDO! Llevo desde agosto de este año usando esta red social y me he convertido en ese monstruo que necesita escuchar la notificación de la llamada “hora del BeReal” para sentir que su día está completo.
Un poco exagerada sí soy. En realidad, mi vida no ha cambiado en absoluto, pero sí es cierto que a días me entra esa sensación en el pecho de expectación, de no querer perderme el momento del BeReal. Esto es lo que llaman FOMO (Fear Of Missing Out), o miedo a perderse algo.
Y así es como empiezo la semana. Cuando llega la notificación, no hay otra cosa que fotografiar que la tele con el capítulo de ‘Los anillos del poder’ y el sofá. Si algo tiene BeReal es que por fin todo el mundo ve lo aburrida que es la vida de los demás. Menos mal.
Durante esta semana he documentado todo lo que he vivido con esta app, mis impresiones, los fallos técnicos, y las expectativas generadas por esta nueva red social que está creciendo exponencialmente.
Pero, ¿qué es BeReal?
Una vez al día, la app notifica que está abierta una ventana de dos minutos para publicar una foto con la cámara trasera y otra con la cámara delantera. Solo se puede publicar una foto al día y solo es posible ver las imágenes de los demás si tú también participas. Además, esta app, que no tiene muchas más funciones, no permite el uso de filtros.
Aunque está enfocada para seguir a un círculo pequeño de amistades (ni siquiera permite mostrar los seguidores de cada cuenta), existe la función “Discovery”, donde aparece lo más random de lo random. BeReals aleatorios de personas aleatorias haciendo cosas aleatorias.
En esta cuenta de Twitter puedes seguir algunos de los BeReal más desternillantes y alocados:
— Mejores BeReals (@Mejoresbereals) October 24, 2022
Bajo el lema “Your friends for real” (Tus amigos de verdad) y la premisa de crear “una forma nueva y única de descubrir quiénes son realmente tus amigos en su vida diaria”, Alexis Barreyat, un exempleado de GoPro, y Kevin Perreau lanzaron al mercado esta nueva aplicación en diciembre de 2019.
Según Apptopia, no ha sido hasta este 2022, concretamente este agosto, cuando se ha convertido en la app no relacionada con juegos más descargada en iOS en todo el mundo.
¿Qué me ha atrapado de BeReal?
El martes la notificación saltó tan tarde que yo ya estaba dormida y para cuando hice la foto el miércoles por la mañana solo hubo media hora entre esta y el BeReal que correspondía a ese día. Así que el martes y el miércoles, la única diferencia para mí fue que mi taza del desayuno de purpurina rosa había pasado de mi salón a mi mesa donde teletrabajo. La nada, la no acción, es para mí lo que más me atrapa.
En el apartado de tu cuenta puedes ver todas las fotos por días
BeReal es la “anti red social” porque rompe con todo lo que hasta ahora nos proporcionaban las redes sociales: contenidos de entretenimiento, información, influencia (el placer de ser popular) y esa sensación de confort de mostrar lo mejor de una misma. Y, sin embargo, cuenta con la gran esencia de lo que es una red social: la necesidad constante de entrar en ella cada vez que te salta la notificación de que alguien ha publicado un BeReal.
También tiene una sensación de juego constante, de ver qué hacen los demás, de publicar eso tan prohibido que estás comiendo o el guilty pleasure de Netflix que estás viendo y ver cómo reacciona la gente. Esa complicidad de que para que tú puedas ver lo que están haciendo tus amistades, tú también tienes que exponerte. Es divertido porque al final todo el mundo es bastante más feo y aburrido que cuando sube una foto a Instagram.
Además, si la inmersión en la experiencia BeReal es total puedes ver partes de la vida de las personas con las que sentirte identificada (u horrorizada). Es la ventana para ver qué come, cómo trabaja, a qué juega, o simplemente con quien suele estar esa persona que conoces pero no mucho. Intentando escapar del stalkeo y el postureo de Instagram, entras de lleno a cotillear la vida más personal de quienes te rodean.
Otro aspecto de BeReal que me hace sentir bien es que tú decides quiénes ven tus imágenes, si solo tus amigos o quieres compartirlo con el mundo. Y que por fin (al menos de momento), esta app no va de ser popular, de conseguir más me gustas, más seguidores y más proyección. Solo eres tú en pijama subiendo una foto de tus plantas con un resfriado monumental (mi jueves).
¿Se puede hacer trampa?
Hasta ahora parece una aplicación idílica donde todo el mundo firma ese contrato de autenticidad, de ser lo más real posible y, para sorpresa de nadie esto no suele ser así. Lo cierto es que si tardas más de dos minutos desde que sale la notificación en hacerte la foto la única “penalización” de la app es que te marca la foto como un “late” y en la parte superior de la publicación aparece cuánto tiempo llegas tarde al BeReal.
En la parte superior aparece el tiempo del late
Así, muchas personas esperan al momento del día en el que están haciendo algo interesante para hacerse la foto. Para mí, esto hace que pierda parte de su esencia, pero también te ofrece la oportunidad para bromear con tus amistades y, ¿no se trata esto de divertirse?
¿Qué fallos tiene BeReal?
Si utilizas un móvil Android ya te habrás dado cuenta de que esta aplicación no está pensada precisamente para este sistema operativo. Al usarlo es posible identificar varios problemas de diseño que hacen que la aplicación resulte muy incómoda de utilizar.
A diferencia de iOS, no es posible ver las solicitudes de amistad por lo que puede que alguien te haya enviado una solicitud y tú estés ignorando a esa persona que solo quiere comentar fotos estúpidas contigo. Para alguien con complejo de embajadora, resulta un poco estresante.
Pantalla de solicitudes de amistad en un iPhone
Además, aunque te aparece una lista de “contactos en BeReal” y otra de “sugerencias de amigos” cuando intentas añadir a alguien no cambia la pestaña por lo que parece que no ha funcionado. Esta es una queja bastante habitual de quienes se inician en esta red social.
La pestaña de añadir en Android sigue apareciendo aunque ya lo hayas añadido
También resulta confuso encontrar a las amistades. Hace unos días una amiga tuvo que recurrir a otra red social para avisar de que ya estaba en BeReal porque ¡nadie la encontraba! En este sentido, se podría decir que esta aplicación es muy poco intuitiva. Nadie es perfecto, pero igual el equipo de desarrollo de la app debería darle una vuelta a su propuesta para quienes no tenemos iPhone. “Solo” somos el 72,2 % del mercado.
Otro aspecto interesante de BeReal es acerca de los riesgos de seguridad que plantea. En esta línea, Expansión hace un recorrido sobre algunos de ellos como, por ejemplo, el límite de exponer información delicada, ubicaciones o detalles muy personales que podrían utilizarse indebidamente (por ejemplo, acosadores) y, sobre todo, la ausencia de control de contenido de discursos de odio, materiales de abuso sexual de menores y otros contenidos inapropiados.
A diferencia de otras redes sociales, aunque existe una opción para denunciar un contenido, la empresa delega toda la responsabilidad a quienes hacen uso de la aplicación para controlar lo que ahí dentro ocurre.
En la parte superior de la imagen hay tres puntos, haciendo clic te aparece esta pantalla
BeReal solo ofrece estas dos opciones para denunciar.
¿Es una moda?
En 2012, cuando Instagram salió al mercado, resultaba muy difícil imaginar que esta red social cambiaría el entretenimiento y la comunicación tal y como lo conocemos. Por eso, estimar si BeReal se quedará en nuestro día a día en este primer subidón, resulta muy complejo.
Sobre todo porque no es que esta empresa sea precisamente muy transparente en cuanto a números se refiere. Recientemente, los creadores aseguraban en un correo electrónico a Gizmodo que lo que “importa” ahora es “construir el mejor producto” (quizás deberían leer este artículo) por lo que “las métricas, la recaudación de fondos, las valoraciones, la clasificación, etc. no son lo que queremos destacar, por lo que no los compartiremos por ahora. Todas las cifras de BeReal en Internet son… estimaciones”.
Alguna de esas estimaciones las ofrece Sensor Tower que asegura que solo este año ha tenido unas 53 millones de descargas. No obstante, durante el tercer trimestre de 2022 solo el 9 % de quienes tienen instalada la app en su Android la utilizan cada día. Sin datos de los dispositivos iOS, la comparativa deja mucho que desear si tenemos en cuenta que en Instagram sube hasta el 39 % y en TikTok el 29 %.
El viernes el BeReal me pilla trabajando, como la mayoría de las veces, subo una foto de mi gato porque me niego a subir otra vez la pantalla del ordenador. Y es que, a veces, solo a veces, la app se vuelve repetitiva, y si no es la app, es mi vida. Ante esta dura lección vital de la que me niego a ser la única aprendiz me pregunto, ¿y si hay un arco de interés de esta red social con un punto en el que el uso entra en decadencia?
No cabe duda de que la idea de espontaneidad ha gustado, eso es un hecho, y, además, esta aplicación ha llegado en un momento de crisis de autenticidad de otras redes sociales como Instagram y TikTok. De hecho, esta última ya ha incorporado una función que es una copia exacta, TikTok Now.
FOTO: TikTok Now
Además, comienza a aparecer información sobre las famosas que ya utilizan BeReal y, parte del juego, es encontrarlas y conseguir que te sigan. Este es el caso de mi querida Rosalía de la que ya hablé en su momento, pero también están Natalia Lacunza o Ashley Graham.
Es sábado y todavía no ha salido la notificación, con suerte me pilla en una cena con amigas, sí gente y sí, fuera de mi casa. Resulta complicado ceñirse a la normas de BeReal y no parecer una AUTÉNTICA pringada. (Nota mental: no volver a escribir crónicas).
Si me preguntas si BeReal merece la pena, es un sí rotundo, te ríes mucho con (de) tus amistades, y luego es un tema fantástico para sacar de copas. En un momento en el que empezamos a estar cansadas de celebrities, de que te cuelen publicidad en una de cada tres stories, esta red social retoma el espíritu de los inicios de Instagram: ser una ventana a la vida personal de la gente anónima.
Sobre si es tan auténtica como profetizan sus creadores, ya hemos visto que no siempre es así. Pero romper la autenticidad aunque sea solo a veces, ¿no es ya parte de nuestra vida?