El sistema operativo Chrome OS de Google y los portátiles en los que se utiliza celebran este año su décimo cumpleaños.
La compañía marcará la ocasión con la introducción de fantásticas nuevas prestaciones (ver abajo) que, junto a varias mejoras en las herramientas existentes, hacen que Chrome OS sea un sistema operativo potente centrado en la simplicidad y la facilidad de uso. Y eso, junto a los precios más asequibles de algunos Chromebooks, es una de las razones por las que la gente los compra.
Ahora bien, ha sido un largo viaje, y no siempre ha sido tranquilo. Así que para acompañar mis mejores deseos, esta es mis 10 años de experiencia creciendo con Chrome OS.
2011: Hola Chromebooks, adiós netbooks
La primera vez que probé Chrome OS fue en 2011, cuando analicé el Samsung Chromebook Series 5, uno de los primeros dispositivos de este tipo en salir al mercado. En aquel entonces, los netbooks dominaban en el mercado de los PC baratos y el iPad acababa de llegar justo un año antes.
En este entorno cambiante, llegó la rara idea de un portátil que requería conexión a Internet permanentemente para hacer cualquier cosa.
Me gustó el hardware del Samsung Series 5, con un diseño ligero y delgado, teclado completo y pantalla de 12,1”. Esta prestación fue un gran alivio teniendo en cuenta que los netbooks solían tener pantallas de 9”.
Pero, con un almacenamiento de 16 GB y el procesador poco potente Intel Atom, el dispositivo parecía más una prueba que una alternativa viable a los portátiles de Windows para aquellos que querían utilizarlo fuera de casa.
Y fue el nuevo Chrome OS de Google el que ofrecí esa alternativa a Windows 7 (y, luego, Windows 8 y Windows 10).
Inspirándose enormemente en el tan popular Chrome, Chrome OS parecía como un navegador web con algunas prestaciones extra. En cierto modo, eso era muy refrescante, con unos tiempos de arranque de solo segundos y no un par de minutos como Windows. Además, no tenías que lidiar con bloatware ni necesitabas un antivirus. Bastaba con iniciar sesión en tu cuenta de Google y listo.
Eso fue revolucionario en 2011.
Por supuesto, esa libertad llegó con varios contras. La mayoría del software utilizado en Windows no funcionaban en Chrome OS. ¿Microsoft Office? No. ¿Photoshop? No. ¿iTunes? No.
En su lugar, tenías que usar alternativas online: las nuevas apps web como Google Docs, Sheets y Drive. Y podías aceptar ese campio, pues las apps de Google eran unas alternativas muy capaces para tareas básicas, pero algunos usuarios encontraron rápidamente sus limitaciones.
Y puesto que todo lo que hacías en Chrome OS era online, tu Chromebook necesitaba una conexión a Internet. En ese momento, la mayoría de operadores móviles, pero no era tan fácil como activar el hotspot de tu móvil y conectar tu Chromebook.
No hay que olvidar que los límites de datos eran bastante pequeños hace una década. ¿Qué sentido tenía un ordenador que prácticamente era inútil a no ser que estuviera conectado a Internet? Era un buen intento, pero condenado al fracaso.
2013: Acceso offline
Mi siguiente experiencia con ChromeOS llegó con el Samsung Chromebook Series 3 dos años después. De nuevo me encontré con un dispositivo ligero con un teclado y un touchpad muy cómodo, además de una autonomía de la batería que dejaba en ridículo a la mayoría de portátiles Windows.
Pero esa vez fue diferente. Algunas apps ahora funcionaban offline, pues los cambios se sincronizaban a la nube cuando te conectabas a Internet, y Chrome OS añadió un escritorio básico además de la interfaz de navegador web.
Son pequeños detalles, pero permitían que ChromeOS funcionara mejor para tareas de informática generales, muchas de las cuales, en cualquier caso, ya habían migrado a lo online.
Seguía sin poder editar el audio de mi podcast o hacer algo más que la edición básica de fotos, pero sí que podía escribir artículos, navegar por Internet, utilizar las redes sociales, reproducir contenido online y seguir trabajando pese a que no llegara el wifi. Me enganché.
Internet también cambió rápidamente, con el acceso al wifi público más amplio y los servicios optando más por el streaming que por dejarte descargarlo. Y eso significó que los Chromebooks comenzaron a convertirse en un ordenador que era suficiente para la mayoría de gente.
Es muy revelador que toda mi familia pasó a usar el Samsung Chromebook Series 3 durante los años siguientes, y a todos ellos les gustó la simplicidad y facilidad de uso ofrecidas por ChromeOS. Le dimos mucho uso a este pequeño y ligero dispositivo y sigue siendo uno de mis ordenadores favoritos.
2013: Potencia de los píxeles
Otro portátil del que me enamoré ese mismo año fue el Chromebook Pixel, el propio buque insignia de Google que parecía existir solo para demostrar algo. Hasta entonces, los Chromebooks se habían ganado un nombre por ser alternativas económicas a los PCs y los Macs, pero el Chromebook Pixel era premium. El diseño angular era bonito, pero el marco de aluminio hacía que pareciera salido del mismo sitio que el MacBook Pro de Apple.
La principal diferencia, no obstante, era la pantalla con relación de aspecto de 3:2, que encajaba mejor con el formato de las páginas webs, y además añadía pantalla táctil. ¿Para qué? Como hemos visto en los smartphones y las tablets, el Internet está diseñado para lo táctil y el Chromebook Pixel fue el primer hardware que se aprovechaba de eso.
Empezaría una tradición de hardware de Google de alta calidad que seguiría durante la siguiente década con el Pixelbook y el Pixelbook Go.
Hasta el día de hoy, no se me ocurre un portátil que me haya gustado tanto como el Chromebook Pixel, pero sí que tenía un inconveniente y, tristemente, ese era el propio ChromeOS. Aunque el software brillaba en un hardware barato, era difícil pasar por alto que no podías ejecutar apps potentes que sí podías usar con un MacBook Air.
Puede que el hardware hubiera llegado, pero Chrome OS estaba todavía en proceso.
2016: Apps Android
Para compensar esa ausencia de un software dedicado, Google anunció en 2016 que había adaptado Chrome OS para poder usar apps Android. Inmediatamente, eso añadió muchas de las piezas que faltaban en cuanto a mensajería, juegos, productividad y otro software que no había en la plataforma. Eso también trajo cierta fragmentación, pues solo los nuevos Chromebooks podían acceder a la Google Play Store.
Android ya tenía problemas con algunas apps que no se proyectaban bien en pantallas más grandes de tablet, pues la mayoría se agrandaban simplemente para ocupar el espacio, en vez de que los desarrolladores las rediseñaran para utilizar bien el espacio.
Eso fue todavía más obvio cuando Apple no permitió eso con las apps de iPhone y iPad, pues ambos tenían que tener versiones específicas con interfaces personalizadas para cada dispositivo en cuestión.
Chrome OS cayó en la misma trampa que Android, con apps que aparecían en ventanas flotantes que retenían las dimensiones que tendrían en un móvil. Había funcionalidad, pero no una experiencia refinada.
Con el tiempo, se mejoró y, teniendo en cuenta que muchos Chromebooks tenían ahora pantallas táctiles, la incorporación de apps Android fue una parte positiva de la experiencia con Chrome OS. Dos años después, Google actualizó Chrome OS para que pudiera funcionar con apps Linux, y podías ejecutar algunas apps Windows con la app Crossover.
2017: Windows 10 S
Uno de los puntos a favor de Chrome OS es que es fácil de usar. Pero también está el aspecto de la seguridad: es menos probable que entren virus y malware porque las apps solo pueden instalarse desde la tienda de apps de ChromeOS y la Google Play.
Visto el crecimiento de la popularidad de los dispositivos Chrome OS, especialmente en el mercado de la educación donde se ha convertido en un jugador clave en los últimos cinco años, Microsoft decidió lanzar su propia versión de Windows en entorno aislado que restringía el software que podías usar y se centraba en la seguridad: entra Windows 10 S.
Debutó en el Surface Laptop, y prometía mejoras en la velocidad, tiempos de configuración y la seguridad. Solo podías instalar software directamente desde la Windows Store. De hecho, Windows 10 S fue diseñado para funcionar bien en hardware más barato.
Pasamos hasta el día de hoy y Chrome OS celebra su décimo cumpleaños mientras Windows 10 S fue retirado unos meses después de su lanzamiento. Pasó rápidamente a llamarse “modo Windows 10 en S” y existe como modo opcional para quienes lo quieran. Y te aseguro que no son muchos.
Así, ¿qué ha hecho Google para conseguirlo?
La principal razón podría ser que Chrome OS ha evolucionado poco a poco del navegador básico de 2011 a un sistema operativo completo que incorpora funciones offline, táctiles, apps de Android y Linux y un diseño familiar gracias al popular navegador Chrome.
Y mientras tanto, retuvo una interfaz simple fácil de entender. En contraste, lo que la mayoría de la gente veía al ver Windows 20 S es todo aquello que no podía hacer comparado con la versión completa.
Chrome OS todavía puede mejorar, con software de edición de fotos y producción de música y sesiones intensas de gaming, pero en sus primeros diez años, Google ha construido una plataforma que le permite a la gente hacer lo que quieran online, de forma segura y sin necesidad de constantes actualizaciones y software de seguridad adicional.
No es para todo el mundo, pero si lo que Chrome OS tiene por ofrecer es algo que te interesa, es probable que pienses que es todo lo que necesitas de un sistema operativo.
Puede que los primeros diez años no hayan sido tranquilos del todo (han habido algunos errores como el Pixel Slate), pero los diez años siguientes podrían ver emerger algo realmente especial. Yo, por lo menos, tengo ganas de ver qué pasa.
Nuevas funciones del 10º aniversario de Chrome OS
Y sí, pensabas que me había olvidado. Pero no: estas son las nuevas prestaciones que llegarán al Chromebook.
Phone Hub y sincronización con el wifi mejorada
Ya puedes desbloquear tu Chromebook con un móvil Android, pero la introducción del nuevo Phone Hub significa que podrás controlar varios elementos de tu smartphone desde tu Chromebook.
Puedes contestar a mensajes de texto, comprobar el nivel de la batería y la cobertura, ver las páginas web que estabas viendo en Chrome y localizar tu móvil si se pierde.
La sincronización con el wifi también mejora, lo que significa que podrás conectarte a redes usando los detalles de inicio de sesión guardados en tu móvil Android u otros dispositivos que usan Chrome OS.
Google también promete traer ‘Nearby Share’ a la plataforma en los próximos meses, para que puedas mover archivos de manera fácil y rápida entre dispositivos Chrome OS y Android.
Nuevas herramientas de escritorio
Otra área a la que se le presta atención es la experiencia de escritorio, con varias herramientas siendo añadidas. Hay una nueva función ‘Screen Capture’, lo que te permite sacar capturas de pantalla y grabaciones. Ya puedes hacer pantallazos en un Chromebook, pero la nueva función añade precisión y capacidades mejoradas.
También podrás fijar archivos importantes para acceder a ellos fácilmente, así como un lugar donde Chrome OS almacenará archivos descargados recientemente o aquellos creados utilizando la herramienta ‘Screen Capture’.
Los controles de reproducción se han pasado a ‘Quick Settings’, haciendo más conveniente ajustar el volumen, pausar o pasar de canción, pero si lo prefieres, puedes colocar esos controles a la sección ‘Shelf’.
Los escritorios tienen ahora todas las pantallas configuradas aunque reinicies tu Chromebook, y un nuevo clipboard retendrá las últimas cinco cosas que has copiado, todas ellas accesibles con la tecla ‘Launcher’. También hay una nueva función de ‘Quick Answers’ para obtener definiciones, traducciones o unidades de conversaciones de texto al hacer clic derecho en una palabra o figura.
La última en llegar ha sido la posibilidad de que los padres puedan crear cuentas escolares para sus hijos durante el proceso de configuración inicial, lo que significa que los niños y niñas tendrán acceso al software que necesitan para clase.
Si todavía no tienes un portátil de Google, echa un vistazo a nuestra selección de mejores Chromebook. También te interesará nuestra comparación entre Chromebooks y portátiles Windows.
Artículo original publicado en Tech Advisor UK.