Es innegable: cada vez pasamos más tiempo utilizando nuestros teléfonos móviles y de ello derivan también cada vez más fenómenos que pueden acabar afectando a nuestra salud, como es el caso del vamping.
Si te estás preguntando qué es el vamping, te lo explicamos: la práctica de utilizar móviles u otros dispositivos tecnológicos durante la noche, restando así horas de sueño y de descanso.
Puede que al leerlo te parezca algo normal ya que el pasar un rato navegando por tus distintas redes sociales o viendo vídeos en YouTube con tu móvil en la cama antes de dormir es una práctica que está más que normalizada.
Aunque los adultos también tienden a utilizar el móvil antes de dormir, es un comportamiento más típico en adolescentes e incluso niños y niñas. Un estudio de Europa Press explica que hasta un 65 % de niños/as entre 8 y 12 años tienen móvil.
¿Qué efectos para la salud puede tener el vamping?
Obviamente, si vas a usar tu teléfono hasta altas horas de la madrugada, significa que restas horas de sueño y eso puede tener efectos negavitos para tu salud. Nuestro sueño se regula de forma cronobiológica y homeostática, siendo capaz de detectar las horas de luz para segregar melatonina (hormona que ayuda a regular el ciclo del sueño) por la noche para que podamos dormir.
Sin embargo, si te expones a luz de la pantalla estás de algún modo engañando a tu cuerpo, esta hormona se segregará en menor medida, llegando a producir insomnio.
Además de afectar al ciclo del sueño causando trastornos del ritmo circadiano, sufrirás también de cansancio, debilidad, irritabilidad, bajada de defensas, alteraciones en el metabolismo (afectando a la diabetes y la obesidad).
Si el problema lo tiene un niño, niña o adolescente, podría verse afectado su proceso de aprendizaje ya que todos los sintimas enunciados afectan a la capacidad de concentración.
En casos extremos estaríamos hablando de adicción a las nuevas tecnologías e incluso depresión.
¿Qué puedo hacer para no sufrir vamping?
Si el vamping forma parte de tu rutina puede ser algo complicado cambiarlo, pero no es imposible. Un estudio de la Federación Americana del Sueño ha establecido una serie de medidas que te ayudarán a utilizar tus dispositvos tecnológicos de una forma menos nociva.
Obviamente, la forma más obvia de evitar el vamping es aprender a limitar el consumo de estos dispositivos. Fuerzate a no usar el móvil antes de dormir y, en caso de tus hijos o hijas, puedes establecer reglas o medidas como restringir el uso de sus aparatos durante la cena, mientras veis una película o en reuniones familiares.
Es más fácil dejar de usar el móvil antes de dormir si no lo tienes cerca. Por eso, en vez de dejarlo en la mesilla de noche, puedes intentar dejarlo en otro mueble o incluso en otra habitación.
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