Este fin de semana volví a hacer algo que hacía años que no hacía: jugar a Los Sims 4. Si has escuchado hablar de este videojuego, sabrás que te convierte en una semidiosa que da vida a los distintos personajes que quieras tener en tus manos, les construyes una casa y haces que sobrevivan. Así de simple.
Hasta aquí todo bien. Empecé a jugar y a dar vida a mis pequeños Sims, pude ver cómo crecían, conseguían trabajo, comían, dormían, hasta que de repente, miré el reloj (del mundo real) y vi que habían pasado seis horas. Aún así, me dije a mí misma: “Un poco más, solo hasta que consigan ascender a mi Sim en su trabajo de chef de alta cocina”.
Pasó otra hora más. Y finalmente, conseguí cerrar y apagar el ordenador. Aunque, sinceramente, hubiera seguido jugando.
Entonces, surgió en mí la idea de escribir este artículo. Empecé a investigar para poder entender qué componentes psicológicos hacen que los videojuegos sean tan adictivos.
Quise saber también cuáles son los videojuegos más adictivos de la historia (Los Sims no están en esta lista a pesar de que a mí consiguieron atraparme durante 7 horas) y cómo empezó a surgir el mundo gaming en nuestra sociedad.
No obstante, descubrí que los videojuegos no tienen por qué ser malos, ni tampoco adictivos.
A continuación, doy respuesta a todas estas incognitas que mi yo post-enganchada a Los Sims 4 empezó a plantearse este fin de semana.
¿Cuál fue el primer videojuego del mundo?
Para empezar a entender, empecemos por el principio: ¿cómo comenzó todo? William Higinbotham es el nombre que aparece en Google cuando buscas informción sobre el primer videojuego del mundo.
Nos remontamos al año 1958 y nos ubicamos en Long Island, Estados Unidos. Allí, en el Laboratorio Nacional de Brookhaven se presentó al público el que sería el primer videojuego de la historia.
El nombre del videojuego era Tennis for Two (tenis para dos) y hacía uso de un ordenador pequeño para simular una partida de tenis en un osciloscopio. Catorce años depués surgió el famoso juego Pong, que tenía bastantes similitudes con este primer videojuego.
El juego fue diseñado solo en unas horas y se convirtió en la estrella de la exposición. Los asistentes hacían fila para poder jugar, así parece que la adicción de los videojuegos existe desde que estos vieron la luz del sol por primera vez.
Como habrás podido imaginar, era un juego muy sencillo, con gráficos pobres, muy alejado de la idea que hoy tenemos de un videojuego. Sin embargo, consiguió que todos los científicos e intelectuales que asistían a esa exhibición quedaran prendados del nuevo descubrimiento. Entre ellos mismos se retaban y llevaban la cuenta de los puntos que ganaban o perdían en el videojuego.
Higinbotham quiso crear Tennis for Two para entretener y demostrar que la ciencia también podía ser divertida. Es paradójico pensar que la mente de esta misma persona fue la causante de la muerte de cientos de miles de personas. El físico participó en el desarrollo de uno de los peores inventos de la historia: la bomba atómica.
Su invento gamer eclosionó en nuestra sociedad años después. Tuvieron que pasar décadas para que surgiera la industria de los videojuegos y comenzara de este modo a originarse lo que hoy entendemos como cultura gamer.
En la década de los 60, empezó a desarrollarse esta industria. Eso sí, el progreso era lento, nada que ver con el rapidísimo avance que vemos hoy en día en cualquier tipo de tecnología.
El 29 de noviembre de 1972 se lanzaba el videojuego anteriormente mencionado, Pong, inspirado en el primer juego Tennis for Two. El éxito de Pong promovió el desarrollo de la industria de los videojuegos.
Y el resto, ya lo sabes: se consolida una de las formas de hacer dinero más exitosas en Occidente. Se desarrollan videojuegos cada vez mejores y cada vez es más común que en cada hogar haya una consola o un ordenador con el que poder jugar.
El fácil acceso al mundo gamer y la gran popularidad de los videojuegos entre los y las jóvenes (y no tan jóvenes) ha llevado a desarrollar incluso una cultura gamer, en la que se incluyen tanto a aficionados como a profesionales.
Y a pesar del lado positivo de los videojuegos (del que hablamos más adelante), surge también un lado peligroso que tiene que ver con la adicción a los mismos.
Psicología: ¿por qué enganchan los videojuegos?
Desde que los videojuegos tienen tanto éxito, distintos profesionales de la psicología han intentado explicar la causa de su adicción. Lo primero que hay que diferenciar es que puedes estar jugando mucho a un videojuego y no ser adicto o adicta.
Cuando hablamos de adicción, hablamos de un problema grave. En la web sobre psicología La mente es maravillosa se explica que para poder diagnosticar una adicción a los videojuegos hay que tener al menos cinco o más de los siguientes síntomas:
- Preocupación u obsesión
- Síntomas de abstinencia cuando no se juega
- Tolerancia: cada vez siente necesidad de pasar más tiempo jugando
- Pérdida de interés en otras actividades
- Uso excesivo y continuado
- Miente sobre el tiempo que pasa jugando
- Amenaza o pérdida de realciones personales a causa del uso de los videojuegos
Obviamente, es siempre un profesional quien debe diagnosticar este tipo de adicción, pero si reconoces sufrir al menos cinco de los síntomas anteriormente enunciados, es recomendable que visites a ese profesional para que pueda ayudarte.
Por otro lado, si hablamos de adicción a los videojuegos entendida como simplemente que nos gusta de repente pasar mucho tiempo jugando a ese juego (sin que llegue a considerarse adicción diagnosticada), los profesionales de la psicología establecen que lo que hace que un juego sea adictivo es su estructura.
La estructura del videojuego debe tener mecanismos para que active distintas rutas de neuronas capaces de generar dopamina. El psicólogo epecializado en videojuegos, Carlos González Tardón, explica que los juegos que más adicción causan son los que activan la zona reptil del cerebro, la más primitiva, el mecanismo de recompensa básica que tenemos todos los animales superiores: si algo te hace sentir bien cuando lo haces y cuando recuerdas que lo hiciste, te animas a volver a hacerlo.
La misma web La mente es maravillosa explica precisamente que, para que los juegos tengan esas características de recompensa, deben tener distintos elementos en común: apertura, persistencia, simulación y componente social.
Entendemos como “apertura” el hecho de que un juego tenga un curso abierto, es decir, el jugador o jugadora deberá elegir qué camino tomar. Cuando completas una misión obtienes premios que te motivan a seguir.
Los juegos no tienen un final, a lo que nos referimos con “persistencia”. El juego transcurre en tiempo real, en algunos casos parece que incluso sigue transcurriendo cuando dejas de jugar ya que al volver ves que puedes recolectar recompensas. Esto te permite la posibilidad de jugar de forma interminable.
La “simulación” se refiere al anonimato que algunos juegos online ofrecen. Podrás crearte un personaje e interactuar comos si fueras él o ella en un mundo en el que nadie te conoce. El anonimato te otorga desinhibición, ya que no sufres las mismas consecuencias por hacer lo mismo que en la vida real.
Por último, el componente “social” es otra de las partes que lo lleva a ser adicivo. En algunos juegos puedes jugar a distancia con otras personas reales, llegando incluso a forjar relaciones. El refuerzo social incrementa la implicación en el juego y también la satisfacción.
¿Puede cualquiera volverse adicto a los videojuegos?
El psiquiatra Néstor Szerman afirmaba: “No hay sustancias adictivas; hay personas vulnerables”. Es decir, la propensión a las adicciones va en nuestros genes, aunque eso no quiere decir que todos los individuos con esa genética acaben desarrollando la adicción.
“El resultado de volverte adicto/a a algo será entonces la mezcla de genes, ambiente y la actitud de la persona”, explica Szerman.
Al mismo tiempo, la web Avance Psicólgos explica algunas de las causas que, combinadas entre sí, pueden generar adicción a los videojuegos. Es decir, además de la genética, pueden también influenciar factores como:
- Hábitos de vida solitarios, falta de otros estímulos
- Problemas en casa o en la escuela: los videojuegos se usan como forma de escape e inmersión en mundos imaginarios
- Propensiones genéticas
- Existencia de un único círculo social de amigos cuya única forma de entretenimiento son los videojuegos
- Participación en entornos competitivos (caso de los juegos multijugador online)
¿Cuáles son los videojuegos más adictivos de la historia?
La revista Muy Interesante publicaba en 2019 la lista de los videojuegos más adictivos de la historia. Todos ellos cumplen con al menos una de las caracterísitcas que describía en apartados anteriores.
En el puesto número uno se posiciona World of Warcraft, seguido de otros clásicos como el Tetris, Super Mario Bros, Sonic the Hedhehog, Pokémon Rojo y Azul, Minecraft, The elder scrolls V: Skyrim, Grand Theft Auto III y Mario Kart 64.
Por otro lado, la psicóloga Isabel Monzonís explica que el género de videojuegos de rol multijugador masivos en línea (MMORPG) es el tipo de juego más adictivo de todos.
Este tipo de juego permite la interacción social gracias a la creación de un avatar, además, son verticales, es decir, no tienen varias pantallas si no que siempre hay nuevos retos o batallas, no tienen fin.
El lado positivo de los videojuegos
A pesar de los riesgos de adicción que algunos videojuegos suponen, como todo, en su cierta medida y con control no tienen por qué ser malos. De hecho, existen estudios que demuestran todo lo contrario: jugar a algunos videojugos puede ser beneficioso.
Es el caso de los juegos que te permiten mejorar habilidades visuales, fortalece tu memoria y previenen el envejecimiento cerebral. El psicólogo especializado en videojuegos, German H. Beneditto, explica que pueden ayudar incluso a personas de la tercera edad porque cuandon juegan sus habilidades de manejo y de concentración mejoran.
Otro punto positivo del mundo gaming, según Beneditto, es que pueden convertirse en un ámbito de prueba, es decir, le permiten al jugador o jugadora cometer errores, probar, practicar, etc. Es el caso de algunas profesiones como la de pilotos de avión, que utilizan los videojuegos para practicar.
Por otro lado, los videojuegos pueden utilizarse también como una herramienta para combatir los días de aislamiento a los que la actual pandemia nos está obligando. Nuestra compañera Hannah Cowton nos explica en este otro artículo, cómo los videojuegos son la solución a tu ansiedad durante el aislamiento.
Sea como sea, los videojuegos hoy en día son todo un éxito. Millones de personas en todo el mundo disfrutan de ellos durante horas, algunas incluso llegan a dedicarse a los videojuegos de forma profesional, ya que hay una industria que gira en torno al gaming.
No obstante, como resumen de este artículo, quédate con que no es malo jugar a videojuegos, pero sí que puede ser nocivo el hecho de no establecerte límites con los mismos. De lo contrario, tu salud mental podría decirte game over.