Una de las principales atracciones de Windows es lo personalizable que se ha vuelto con las últimas versiones, algo que se acentuó con la llegada de Windows 10. Con un poco de conocimiento técnico, casi todas las áreas del sistema operativo se pueden modificar a tu gusto.
Sin embargo, un área que a menudo se deja relativamente intacta es el menú Inicio. Probablemente sea lo primero en lo que hagas clic una vez que tu PC o portátil se haya iniciado, pero muchos optan por seguir con el diseño predeterminado de Microsoft.
Si deseas darle vida a lo que ves cuando haces clic en el icono de Windows, aquí hay cinco aspectos del Menú de Inicio de Windows 10 que puedes personalizar y modificar a tu gusto.
Cambiar el tamaño del menú de inicio
Por defecto, el menú Inicio de Windows ocupa casi la mitad de la pantalla. Cambiar su tamaño es relativamente sencillo.
- Haz clic en el Menú Inicio para abrirlo.
- Mueve el cursor al borde superior de la ventana hasta que aparezca una flecha de doble tamaño.
- Haz clic y arrastra hacia arriba o hacia abajo para hacer que la ventana sea más grande o más pequeña, y simplemente, suelta cuando alcances el tamaño deseado. Así de simple.
Si lo prefieres, también puedes hacer que el Menú de Inicio ocupe toda la pantalla de forma predeterminada. Abre ‘Configuración> Personalización> Inicio’ y activa la casilla que dice ‘Usar pantalla completa de inicio’.
Cómo anclar y desanclar aplicaciones
También es posible anclar una aplicación desde cualquier lugar del ordenador, aunque aquí estamos usando el escritorio de Windows. Simplemente haz clic con el botón derecho en el icono y elige ‘Anclar al inicio’.
Ahora, aparecerá como un nuevo mosaico en el lado derecho del menú Inicio, debajo de los iconos que ya están allí. Para eliminar cualquier aplicación que se haya anclado, tan solo tendrás que hacer clic con el botón derecho en el menú Inicio y seleccionar ‘Desanclar’.
Personalizar los mosaicos e iconos
Es muy probable que las aplicaciones y mosaicos no tengan todos ellos el tamaño que deseas. Por orden de importancia, se suele dotar de más protagonismo a las que más utilizas, y en menor medida, disminuir aquellas que son menos relevantes para ti.
- Abre el menú Inicio
- Haz clic derecho en cualquier mosaico que desees cambiar de tamaño y elije ‘Cambiar tamaño’.
- Ahora se debe presentar una opción de ‘pequeño, medio, amplio o grande’ junto con su correspondiente diagrama. Elige el deseado.
También puedes modificar la posición de los iconos o mosaicos y moverlos de lugar.
- Abre el menú de Inicio.
- Haz clic y mantén presionado el icono que deseas mover.
- Arrastra a una nueva ubicación de manera que el resto de mosaicos deberían ajustarse automáticamente para rellenar los espacios de su alrededor.
Si no quieres que los mosaicos o fichas en vivo aparezcan aquí, te mostramos cómo puedes evitar que aparezcan a modo de presentación de diapositivas.
- Abre el menú de Inicio
- Haz clic derecho con el ratón sobre el mosaico en vivo que deseas deshabilitar
- Haz clic en ‘Más> Desactivar icono dinámico.
Cambiar el color principal
Si lo que deseas es cambiar los colores por defecto que ofrece Windows 10 para sus ventanas y el nivel de transparencia de estas, sigue los siguientes pasos:
- Abre ‘Configuración> Personalización> Colores’
- Aquí puedes elegir entre un tema claro u oscuro, así como un color destacado. Verás que por defecto, aparece el color azul.
Añadir carpetas
Junto a los iconos activos o mosaicos en vivo, hay una larga lista de programas ordenados alfabéticamente. Aquí te explicamos cómo asegurarte de que también hay carpetas en esta lista:
- Dirígete a ‘Configuración> Personalización> Inicio’.
- En la parte inferior del menú que aparece, haz clic en ‘Elegir qué carpetas aparecerán en Inicio’. Asegurate de que la opción ‘Documentos’ esté activada.
Todos estos consejos se aplican al menú de Inicio de Windows 10, pero es algo que vas a poder cambiar en próximas actualizaciones de Windows 10. Consulta aquí cómo configurar las actualizaciones automáticas en Windows 10.