¿Os acordáis del Galaxy Fold? Sí, ese smartphone tan novedoso, original, esperado. Ese dispositivo que no era ni tablet ni smartphone si no un híbrido de ambos que finalmente pudieron permitirse aquellos cuyo elevadísimo precio no doliera en exceso.
Entonces te acordarás también (sobre todo si eres tan fan del mundo de la tecnología como lo soy yo) de todos los meses que tuvimos que esperar para poder tener el móvil plegable en nuestras manos. De todos los retrasos, problemas y fallos técnicos que hicieron que el híbrido no terminara de convencer.
Teniendo todo esto en cuenta, seré sincera: pensaba llevarme la misma decepción con el nuevo plegable de la marca: el Galaxy Z Flip. Sin embargo, me atrevo a afirmar de que no ha sido así. Al menos, no del todo.
El Z Flip llega con un diseño que convence mucho más que el del primer intento de híbrido plegable de la marca. A simple vista se parece mucho más a un smartphone convencional, por lo que también puede resultar mucho más práctico en el día a día.
No quiero decir tampoco que el Galaxy Fold no resultara impresionante, sobre todo cuando lo vimos por primera vez. Una excelente pantalla pasando de tablet a teléfono móvil en un solo pliegue. Sorprende. No hay duda.
Pero, ¿tienen realmente sentido tanto despliegue y tanta pantalla? Mientras que el Galaxy Fold parecía plegarse y desplegarse porque sí, el Z Flip parece tener un sentido más lógico: se pliega porque así ocupa menos espacio, y se despliega para dejarnos disfrutar de la infinitud de su gran pantalla.
Además, solo hay que echar un vistazo a ambos smartphones cuando están cerrados: mientras el Fold se ve como un mazacote “algo” más grueso de lo que nos gustaría, el Z Flip sí que consigue reducir considerablemente su tamaño.
De hecho, el Galaxy Z Flip conseguirá sacar una sonrisa nostálgica a más de uno y una, ya que nos recuerda a modelos con tapa de algunos de los primero móviles que los que nacimos en los 90 tuvimos en nuestra infancia-adolescencia.
El nuevo Samsung plegable viene con un diseño muy mejorado
Aunque es cierto que el Galaxy Z Flip es demasiado largo como para usarlo con una sola mano, también es cierto que la mayoría de apps están pensadas para que usemos ambas manos, así seguramente que en este sentido no llegue a resultar un inconveniente.
Sí que molestará a aquellos y aquellas que quieran ver series y películas con el dispositivo, ya que la pantalla resultará algo estrecha para ello.
Cuando cierras el teléfono te quedas ante esa pantalla principal cuadrada. Aquí sí que me gustaría poder ver algún que otro vídeo, sobre todo pudiendo apoyar el dispositivo sin que se caiga, pero vuelve la decepción al ser conscientes de que no puede caber ni siquiera un post entero de Instagram.
¿El motivo? Sencillo: las apps todavía no están diseñadas para este tipo de pantalla, pero visto que los smartphones plegables empiezan poco a poco (demasiado poco a poco tal vez) a convertirse en tendencia, es de esperar que pronto las apps principales empiecen a adaptarse al nuevo formato.
Y siendo sincera: esa pantalla principal a veces resulta rara. Está bien el poder tener un acceso rápido al interior del teléfono, pero es obvio que enseguida acabas abriendo el dispositivo. Además, su existencia hace que el móvil sea más grueso y pesado de lo necesario.
Lo que no cabe duda es que el Galaxy Z Flip será el smartphone ideal para las y los adictos del scrolling. Al igual que el último Sony Xperia 1, su pantalla alargada será perfecta para deslizar, deslizar y deslizar, perdiéndote en el feed de cualquier red social.
Un pliegue-bisagra todavía visible
Así es. La bisagra en la zona que pliega la pantalla todavía es visible, ¡pero! espera. No te decepciones todavía: ha mejorado notablemente en este sentido respecto al Galaxy Fold.
La nueva bisagra es tan estrecha que funciona también como software actuando como soporte para videollamadas y, con suerte (todavía no hay nada asegurado), veremos más apps integrando funciones que puedan aprovecharse también de la bisagra.
Cuando despliegas el teléfono unos cien grados, el teléfono es capaz de detectar y activar la cámara en modo de pantalla dividida con los controles en la mitad inferior y la alimentación de vídeo en la parte superior.
Otro punto a favor del Galaxy Z Flip es el hecho de que haya sabido incorporar la funcionalidad de soporte dentro del propio diseño del teléfono. Al ser lo suficientemente grande, el dispositivo puede doblarse por la mitad y actuar como soporte para ver un vídeo en apaisado.
Más pros y contras: Fold vs Z Flip
Está bien, la pequeña pantalla del Flip resulta menos funcional, aunque también es cierto que forma parte de un dispositivo más elegante que necesitarás abrir para usarlo (nos encanta lo nostálgico de volver al típico móvil con tapa).
Por otro lado, las dos pantallas del Galaxy Fold parecen contradecirse entre sí. Irás de una pantalla a otra, para acabar dándote cuenta de que ambas fallan: una es demasiado pequeña y otra demasiado cuadrada.
Ten en cuenta que el pequeño panel táctil exterior del Z Flip está ahí para mostrar la hora y para casi nada más. Puedes deslizarte para coger o rechazar llamadas o dejar a alguien en espera y poder ver el tiempo que ha transcurrido.
Así que así es, la funcionalidad del pliegue del teléfono es limitada: no puedes usar el teléfono cerrado (¡sorpresa!). Y aunque esto decepcione a muchos y muchas, en mi opinión tiene mucho más sentido ya que Samsung te está indicando claramente qué pantalla es la que tienes que utilizar.
La pantalla está hecha de una capa increíblemente fina de vidrio flexible en su construcción, que normalmente es de plástico. Samsung afirma que la dureza de este material significa que la pantalla flexible es menos propensa a la indentación permanente, por otro lado, una uña arrastrada a través de la pantalla del Galaxy Fold es suficiente para marcarla para siempre.
No obstante: no me voy a entusiasmar demasiado respecto a la resistencia del Z Flip. A pesar de que es innegable que ha mejorado en este sentido en comparación con el Fold, es también cierto que sigue siendo posible marcar una uña en el nuevo plegable (aunque cueste más).
Estamos ya acostumbradas a pantallas de vidrio mucho más resistentes que no se marcarán si las presionas un poco más fuerte de la cuenta, así que este detalle podría ser un punto todavía negativo a tener en cuenta antes de hacerse con el Galaxy Z Flip.
Entonces, ¿merece la pena el Samsung Galaxy Z Flip?
Lo cierto es que este tipo de dispositivo plegable está todavía en una etapa de maduración. Además, convencer al público de que los plegables pueden ser capaces de sustituir a los smartphones convencionales es seguramente la tarea más difícil que tienen las marcas como Samsung.
Es una tarea complicada sobre todo porque Samsung todavía sigue fabricando teléfonos inteligentes convencionales (no plegables) con mejores especificaciones que el Galaxy Z Flip y que pueden comprarse por mitad de lo que cuesta el plegable.
Por otro lado, si nos centramos en la comparación del Samsung Galaxy Fold con el Galaxy Z Flip, es cierto que vemos una mejora notable en el nuevo modelo. Sin embargo, la combinación de (todavía) fragilidad con su carísimo precio supondrá seguramente que este tipo de producto todavía será visto como un capricho que solo unos/as pocas se pueden permitir.
Si eres uno o una de esas afortunadas, puedes ya pre-comprar el Samsung Galazy Z Flip en la página web oficial de Samsung España por 1.500 € (te dije que era caro). El teléfono estará disponible a partir del 14 de febrero.