¿Qué pensarías si te dijera que estoy redactando este artículo desde un PC que apenas ocupa el espacio de la palma de mi mano? No es ninguna locura: es el Raspberry Pi 3 Model B, un dispositivo muy avanzado, funcional y repleto de sorpresas, que tiene todo lo necesario para conectarse a la Red y funcionar como herramienta ofimática.
Antes de contarte mi experiencia durante el primer día de uso, y darte algunas indicaciones, quizás sería oportuno repasar las principales características técnicas del dispositivo: CPU ARMv8 de 4 núcleos a 1,2GHz y 64-bits, 1GB de RAM, conectividad Bluetooth 4.1 y Wi-Fi 802.11n, salida HDMI, x4 puertos USB, interfaz GPIO de 40 PINS, puerto ethernet, jack audio de 3,5 mm, slot para tarjeta micro SD, VideoCore IV 3D graphics y una interfaz para cámara y pantalla externas.
¿Precio de venta? En Amazon son 41 € con IVA incluido, pero sin tarjeta micro SD y sin adaptador de corriente. Así que, para tener el “PC” listo para funcionar, habrá que invertir unos 50 euros aproximadamente, contando que ya tienes una pantalla y los periféricos propios de un ordenador de sobremesa (ratón y teclado).
Diseño y acabados
Si no conoces el producto, o no has visto antes algunas imágenes, posiblemente de imagines una versión miniaturizada de un PC de sobremesa. Pero, al recibir la caja y abrirla, uno se encuentra con una placa base llena de componentes electrónicos y puntos de conexión. En otras palabras, un aspecto nada “cool”. Claro está, le falta una cajita para darle un aire de PC de consumo y, también es lógico, aportar un extra en protección.
El Rasbperry Pi 3 model B necesita una tarjeta micro SD para funcionar e, instalado en ella, un sistema operativo: hay una ranura en la base, cerca de los LEDs que indican el estado operativo de la unidad.
Si estás familiarizado con las conexiones de un PC, identificarás al vuelo los puerto USB, la salida de vídeo, el conector para auriculares y el puerto micro USB, este último para conectar el adaptador de corriente. Luego habrá también un par de conexiones que, incluso yo, no conocía y que servirán para conectar esa pantalla y cámara externas que mencionaba más arriba.
A simple vista sería difícil no observar que el Raspberry Pi 3 es algún tipo de componente suelto que hemos quitado de un PC de sobremesa, aunque la realidad sea bien distinta. Viendo el dispositivo sobre la mesa y junto al monitor de 23 pulgadas, se me hace curioso el tener tanto espacio para otros cacharros.
Puesta en marcha, primero pasos
¿Es el Raspberry Pi 3 model B “Plug & Play”? Se podría decir que sí, una vez se tiene todo lo necesario para hacer funcionar el producto. En mi caso he tenido la suerte que mi muestra para medios incluía una tarjeta micro SD con Raspbian Jessie (el sistema operativo basado en Linux Debian); un alimentador Raspberry; una cámara externa e incluso Sense HAT, un módulo repleto de sensores del que hablaré en un artículo a parte.
Para comenzar a usar la unidad he conectado mi teclado y ratón inalámbricos, un Logitech K360 y un Fujitsu Wi610: ambos periféricos se han reconocido al instante y no he tenido que realizar ajuste alguno. Resulta impactante comprobar que el teclado es inmensamente más grande que el propio micro PC.
Si no tienes la misma suerte que yo, deberás descargar el sistema operativo desde la web oficial de Raspberry Pi:
- Aquí tienes el enlace directo al área de descargas, donde deberás pulsar sobre “Raspbian” y luego sobre “Download ZIP” en la parte correspondiente de “Raspbian Jessie”, la edición completa de escritorio que incluye interfaz visual.
- A continuación tienes que descomprimir el fichero obtenido usando Winzip, 7zip o Winrar, para obtener la imagen del sistema operativo en formato .img.
- ¿Cómo se copia el sistema operativo a la tarjeta micro SD? Deberás usar dos programas básicos: SD Formater para Windows, que te permitirá formatear la tarjeta de memoria de forma adecuada; y Win32DiskImager, para poder copiar la imagen a la tarjeta micro SD (una vez instalado el programa te recomiendo reiniciar el PC).
¿Cómo se pone en marcha el Raspberry Pi 3? Primero hay que conectarlo todo pero, muy importante, conectar el alimentador a la red eléctrica al final. El “PC” se pone en marcha automáticamente y comienza a arrancar el sistema operativo, mostrándose en pantalla toda una serie de líneas de código. Unos poco segundos después ya deberías haber accedido a la interfaz gráfica de Raspbian y a su configuración correspondiente.
¿Cómo es el sistema operativo iniciado? En mi opinión, es intuitivo y claro, y no debería sernos complicado ubicar todo aquello que podamos necesitar para conectarnos a Internet o escribir un documento:
- Junto a la esquina superior derecha de la pantalla tendremos el acceso para conectarnos a una red Wi-Fi, ajustar el volumen del sonido, gestionar la conectividad bluetooth o liberar una unidad de memoria conectada por USB. Verás también un porcentaje cambiante, que indica el rendimiento de tu Raspberry Pi 3.
- En la esquina superior izquierda verás el logo de Raspberry, que indica el acceso al “Menú”: al pulsar sobre él descubrimos los programas instalados y distribuidos por áreas de actividad. También está el acceso a los ajustes del sistema.
- En la barra de tareas se ha incluido un acceso directo al explorador de archivos y al explorador web.
Entre los programas instalado encontraremos LibreOffice para editar documentos Word y Excel; un explorador web y un visor de imágenes, y algún que otro juego (Minecraft es uno de ellos). ¿Quieres instalar más cosas? Puedes echar un vistazo al eterno listado de opciones pulsando sobre “Menu”, seleccionando “preferences” y luego entrando en “add/remove software”. Yo he tratado de instalar sin éxito “Amarok”, para reproducir música mp3; y GIMP, el editor de imágenes típico de Linux. Debo seguir investigando.
El sistema operativo viene en inglés, aunque debería poderse cambiar el idioma a español instalando el módulo correspondiente. ¿Cómo se apaga el Raspberry Pi 3? Tan sencillo como pulsar en Menu y luego seleccionar Shutdown: hay que seguir las instrucciones en pantalla y esperar a que se quede en negro. Luego no tienes más que desenchufar el alimentador.
Por defecto, cuando se reproduce cualquier fichero que contenga pistas de audio el sonido se transmite por HDMI, sonando los altavoces del monitor o televisión que se esté usando, y por mucho que haya unos auriculares conectados a la entrada de 3,5 mm. ¿Cómo se puede redirigir el sonido? Lanza el programa “Terminal”, que encontrarás en la barra de tareas y que tiene el icono en forma de pantalla, y una vez se está en la ventana de comandos se tiene que escribir lo siguiente y pulsar Enter inmediatamente después:
- amixer cset numid=3 1 (donde 1 identifica el conector de auriculares, mientras que si se utilizará 2 se podría volver a mandar el sonido por HDMI).
Mientras no encuentro una aplicación mejor para escuchar música mp3, estoy usando Alsaplayer, que puedes instalar desde el apartado antes mencionado para añadir software adicional al que viene pre-instalado.
Por cierto, y mientras no tengas una caja donde alojar el Raspberry Pi 3, yo te recomiendo tener la máxima precaución posible a la hora de conectar y desconectar periféricos y accesorios: trata de no imprimir mucha fuerza en el gesto y, conveniente, usar una mano para sujetar el punto de conectividad y la otra para llevar a cabo el gesto correspondiente.
Cosas por descubrir
Apenas acabo de aterrizar en el mundo de Raspberry Pi, y me gustaría poder profundizar en el uso del Sense HAT, el módulo que cuenta con sensores de temperatura y humedad, y una amplia matriz LED: con este complemento se pueden programar cosas muy chulas.
Por otro lado, a parte del uso de Raspbian, me gustaría experimentar con Windows 10 IoT, con el software que permite convertir el Raspberry en un centro multimedia y, básico para mí, hacer que este micro PC actúe como una videoconsola retro (se logra con el software RetroPie). Ya tengo ganas de volver a jugar a títulos de NES, Nintendo 64, Sega Mega Drive, entre otros.
Por el momento debo decir que el Raspberry Pi 3 model B está superando mis expectativas y me ha enganchado completamente. Falta un poco de paciencia para probar todo aquello que me ha llevado a querer evaluar de primera mano este dispositivo. En cualquier caso, no debes considerarlo como un substituto de un PC convencional si la idea es editar fotos y vídeo, o jugar a modernos títulos con gráficos avanzados.
Raspberry Pi es otro mundo, un micro PC que, si es cierto, se puede adaptar muy bien a ciertas necesidades tanto en el hogar como en el trabajo. Si quieres saber más te recomiendo echar un vistazo a la página web oficial.
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